Genaro Blanco, Genarín para sus conocidos y para la historia, fue un curioso personaje, de profesión pellejero, en el León de los años 20. Crápula, bebedor y habitual de los prostíbulos, encontró la muerte una noche de jueves santo, atropellado por el primer camión de la basura que operaba en la ciudad. La Cofradía de Nuestro Santo Padre Genarín sale cada año en procesión para venerar la memoria de este singular Ecce Homo. Miles de leoneses y visitantes acompañan la procesión, entregados a la bebida en etílico via crucis, como homenaje a Genaro. El evento se ha convertido en Fiesta de Interés Turístico. Mitad ficción, mitad realidad, esta historia se zambulle en la leyenda de Genarín y sus ramificaciones en la ciudad de León durante los últimos 80 años.
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